El mismo diseño que el OnePlus 8, pero con esteroides
Pocas veces tengo la oportunidad de probar dos móviles de la misma familia de forma simultánea, pero eso es lo que ha pasado con los últimos modelos de OnePlus.
Tras una semana utilizando el OnePlus 8, he estado el mismo tiempo utilizando el 8 Pro y he notado el cambio en cuanto al diseño. El modelo más avanzado parece inspirarse en su hermano pequeño pero aumentando el peso hasta los 199 gramos.
Esto lo convierte en unos de los móviles de gama alta más ligeros, pero supone un paso atrás con respecto al OnePlus 8, con un peso muchísimo más acertado.
Algo parecido pasa con la pantalla, que se curva igual que en el otro modelo pero lo hace de forma mucho más agresiva, siendo algo más incómoda de utilizar cuando tenemos que echar mano de los gestos y deslizamientos en la misma.
En la parte inferior tenemos uno de los dos altavoces, el cargador, el micrófono principal y la bandeja para dual SIM. En la parte superior solo tenemos un micrófono de cancelación de ruido.
En lateral izquierdo tenemos los dos botones de volumen y en el derecho están el botón de encendido y el sistema de configuración de sonido de la empresa, un botón que se puede colocar en tres posiciones para activar el modo silencio, el vibrador o el sonido.
La parte trasera utiliza el nuevo acabado de cristal mate de la empresa con un tono turquesa muy bonito. A diferencia del modelo más económico este incorpora una cuarta cámara fuera del módulo principal con un micrófono y el sistema de enfoque en un elemento paralelo a los tres sensores principales.
Pero no podemos cerrar este apartado sin destacar que, por primera vez, OnePlus ha decidido certificar un móvil contra polvo y agua. Sí, este OnePlus 8 Pro tiene IP68, aunque eso suponga pagar un precio mayor.
No hay ninguna pega con el rendimiento
Como no podía ser de otra manera, OnePlus ha optado por el mejor procesador para su mejor móvil. El Snapdragon 865 ofrece un rendimiento muy superior a lo que se necesita normalmente y que no se queda cojo cuando le exigimos lo máximo con juegos como Honkai Impact Third.
Además, me ha sorprendido gratamente que los 12 GB de memoria RAM me permitan tener en segundo plano juegos de este calibre. La tecnología es, al contrario de lo que vimos en el OnePlus 8, LPDRR5.
Por otro lado, tenemos 256 GB de almacenamiento interno con tecnología UFS 3.0, lo que permite instalar juegos enormes y mover archivos grandes de manera muy rápida.
La experiencia diaria con el terminal muestra que la potencia que contiene es mucho mayor de la que necesitamos normalmente. Lo hemos llevado al límite en ciertas ocasiones y hemos comprobado que con algunos juegos la parte superior del móvil se calienta más que en terminales de la competencia. Esto también le pasa al OnePlus 8 y, sin llegar a ser un motivo para descartar el móvil, nos hace pensar que la empresa tiene aquí margen de mejora.
La conectividad está al máximo nivel al utilizar este procesador de Qualcomm. Tenemos Wifi 6, Bluetooth 5.1, NFC y por supuesto 5G, aunque en esta ocasión esto no lo hemos podido probar.
El sensor de huellas en pantalla no permite registrar dos veces el mismo dedo, aunque a medida que lo usamos va aprendiendo y siendo más eficaz. No es esto una estrategia de marketing, realmente lo notamos entre los primeros días y las pruebas que hicimos al final del análisis una semana después.
Más curvas, más resolución, más fluidez
La pantalla del OnePlus 8 es uno de sus rasgos más distintivos. Y esto es así por dentro y por fuera.
Al contrario que en el modelo básico, los laterales mayores de la pantalla de este modelo no están ligeramente curvados, sino que lo hacen de forma muy notoria. Nos recuerda más a un Samsung Galaxy S7 que a un OnePlus 8. Esto hace que cuando tenemos un fondo blanco veamos los tintes verdes en los bordes, por la curvatura del panel OLED.
En el apartado técnico, la compañía ha dado por fin el salto a los 120 Hz, y lo hace manteniendo la resolución en los 3168 x 1440 px, algo que Samsung no ha querido hacer, pero que sí hemos visto en el OPPO Find X2 Pro, un modelo que comparte varias cosas con el que hoy analizamos.
Cuando activamos esta tasa de refresco el móvil consume más batería, algo que afecta a la autonomía, pero también a la temperatura del terminal.
Pero hay cosas que no habíamos visto hasta ahora, como la posibilidad de activar el suavizado de movimiento (MEMC), una característica que tienen algunos televisores y que muchos definen como «efecto telenovela«.
Lo que hace esta función es emular por software que un vídeo se haya grabado a 120 fps, con una fluidez mucho mayor y mejor detalle, aunque a costa de parecer que estamos viendo una imagen real, no una toma de cine. Son muchos los detractores de esta tecnología, y también hay algunos defensores, pero podemos elegir si activarla o no en los ajustes.
A esto tenemos que sumar un brillo por encima de la media, con hasta 1300 nits si lo necesitamos puntualmente.
Y los ajustes son especialmente numerosos en el OnePlus 8 Pro. Además de poder cambiar la tasa de refresco y la resolución podemos ocultar la cámara delantera con un marco negro, aunque en ese caso perderemos algo de espacio, ya que las notificaciones y los iconos bajan medio centímetro.
Por supuesto, contamos con la tecnología HDR10+ que ya tenían los modelos previos de la empresa.
También podemos ajustar el color de la pantalla según la luz ambiente para que el efecto de visualización sea más cómodo para nuestros ojos. Este móvil no tiene LED de notificaciones pero podemos utilizar la pantalla como si fuera uno, iluminando los bordes.
La experiencia multimedia en este móvil es realmente buena, exquisita gracias ala veracidad de color (con un JNCD de 0.4), y sólo se empaña por la decisión de haber curvado más la pantalla que en el OnePlus 8, que creemos que tenía un equilibrio más logrado entre estética y usabilidad.
Un sonido que no mejora, pero es excelente
Uno de los apartados en los que menos evolución vemos es en el de sonido. El OnePlus 8 Pro mantiene los dos altavoces estéreo de su antecesor, con tecnología Dolby Atmos.
El principal está alojado en el marco inferior, junto al cargador. Tenemos otro altavoz junto al auricular, en la parte superior de la pantalla.
No es tan potente como el inferior pero el equilibrio es muy correcto y nos ofrece una experiencia mejor que la mayoría de móviles del mercado, seguramente solo por debajo de los Samsung Galaxy S20.
Se suma una cámara, algo extraña
OnePlus ha decidido integrar cuatro cámaras en su flagship, algo que su empresa matriz, OPPO, no ha hecho en el Find X2 Pro. Además de los tres sensores esperados tenemos un cuarto sensor que sirve, en teoría, para ofrecer nuevos filtros.
- Angular de 48 Mpx Sony IMX689 con apertura f/1.78, estabilización óptica.
- Gran angular de 48 Mpx con f/2.2 y ángulo de visión de 120 grados.
- Telefoto de 8 Mpx con zoom óptico híbrido de 3 aumentos y apertura f/2.4 con estabilización óptica.
- Sensor de filtro de color de 5 Mpx.
El sensor principal dispone de 48 Mpx, aunque normalmente dispararemos a 12 Mpx. La calidad con buena luz es la esperable, aunque al igual que pasa en el zoom óptico, parece que tenemos una cierta tendencia al azul en el tono general de la foto.
El teleobjetivo nos ha dado la sensación de tener una temperatura de color demasiado fría. Los tonos blancos aparecen como celestes en algunas ocasiones y el contraste es elevado, quizás demasiado.
La nitidez que se logra es bastante buena, pero no parece que estemos ante uno de los zooms más avanzados del momento.
El gran angular usa un gran sensor de 48 Mpx, algo que no siempre se ve, ni siquiera en la gama alta. La apertura es muy elevada y la deformación se acaba notando en los bordes, aunque no demasiado, hemos de reconocer.
Nos da la sensación de que el software aún podría haberse afinado más, para lograr unas tomas menos dramáticas en cuanto a contraste y saturación, un mejor equilibrio de color y algo más de detalle. No parece un problema de hardware, por cuanto los tres sensores se portan igual.
Hemos querido hacer más pruebas y nos hemos dado cuenta de que el ajuste que activa el HDR, que no salta de forma automática, sino que o está siempre activo o nunca, hace que las fotos tengan un tono más azulado, mejorando cuando se apaga.
Dado que no tendremos esa versatilidad hemos optado por dejarlo apagado siempre que no necesitemos el HDR por un motivo muy obvio.
De noche la calidad de las cámaras baja de forma notoria, sobre todo en el gran angular, que no tiene el mismo rango dinámico que el sensor principal, y que trata peor las luces, como podéis ver en la galería de fotos.
Pese a eso, el teleobjetivo se ha portado mejor de lo que esperábamos en esta situación, con algo de ruido, pero dando imágenes plenamente usables.
El vídeo con estas cámaras se ha mejorado y la estabilización aportada, incluso de noche, hace que no sea una locura grabar en cualquier situación. Eso si, el ruido aparece cuando no hay suficiente luz, y con el gran angular, con el que también podemos grabar vídeo, la calidad es menor, sobre todo porque las luces aparecen mucho menos detalladas.
La sensación que nos deja esta cámara es la de haber avanzado con respecto a años anteriores, pero aún así no estar entre las mejores. Un terminal de hace dos generaciones de Huawei, como es el P20 Pro, ofrece unos resultados en ocasiones muy similares.
La cámara delantera de este modelo es la misma que tiene el OnePlus 8, un sensor de Sony de 16 Mpx capaz de dar un detalle bastante nítido cuando hay buena luz. El HDR empleado es capaz de suavizar las sombras y rescatar las luces, aunque en ocasiones el resultado obtenido es demasiado irreal.
En cuanto al vídeo, tenemos que destacar la estabilización, aunque el rango dinámico no es lo suficientemente bueno como para corregir en tiempo real el cambio de enfoque cuando hacemos que el cielo salga por detrás nuestra y de pronto hacemos un giro rápido. Pese a eso, es una de las cámaras delanteras que mejor ha cumplido en este apartado.
¿Y el último sensor? Pues es de 5 Mpx y se usa activando el último filtro dentro de la app de cámara de OnePlus, llamado fotocromo. Se trata de un sensor pensado para hacer fotografías de paisajes con un aspecto bastante irreal.
Como veis, el detalle es bajo cuando hacemos fotos en interiores, y si bien en exteriores es algo mejor, no parece que vaya a destacar este tipo de fotografía entre los usuarios.
No entiendo muy bien porque la empresa ha dedicado un sensor a esto cuando podría haber dejado tres sensores detrás como hizo OPPO con el Find X2 Pro. Quizás un sensor macro o incluso mejor, un segundo sensor telefoto con su prismático hubiera sido más útil.
La autonomía no es ni asombrosa ni decepcionante
Tras muchos años de espera por fin OnePlus se decide a implementar la carga rápida inalámbrica en su catálogo. Este es el primer dispositivo de la empresa que la utiliza.
Tendremos carga inalámbrica en su batería de 4510 mAh de hasta 30W con el cargador oficial de la compañía, aunque es compatible con otros cargador que usen la carga Qi (eso sí, no será tan rápida ya que sólo cargará a 5 W). También tenemos carga rápida utilizando el cable, a la misma velocidad de 30 W.
En la primera prueba de batería hemos querido exprimir la pantalla al máximo, configurando la resolución en modo QHD+ y la tasa de refresco en 120 Hz. Hemos estado configurando algunas aplicaciones tras instalarlas, hemos jugado y hemos hecho fotos en exteriores, además de escuchar podcasts con auriculares bluetooth y hablar más de una hora por teléfono. El resultado ha sido de 4 horas y media de pantalla con 24 horas de autonomía total.
En la segunda prueba de batería hemos bajado la resolución a FHD+ y la tasa de refresco a 60 Hz. Hemos jugado mucho, leído bastante y hecho la mitad de las fotos que veis en la galería. También hemos visto muchos vídeos en Youtube. El resultado ha sido de algo más de 6 horas de pantalla con 26 horas de autonomía total.
En la tercera prueba de batería hemos bajado la resolución a FHD+ y la tasa de refresco la hemos puesto a 120 Hz. El uso ha ido el mismo que en los escenarios anteriores. El resultado ha sido de de 5 horas de pantalla con 24 horas de autonomía total.
Como veis, la resolución y la tasa de refresco afectan directamente a la batería, pero en todos los casos podríamos llegar al final del día, salvo en ocasiones especiales.
Oxygen sigue avanzado, pero carece de funciones obvias
Este apartado es muy similar al que hemos escrito en el análisis del OnePlus 8, y es normal. Las novedades que ha introducido la empresa en su interfaz están disponibles en la familia entera, como el nuevo modo oscuro más avanzado que en ocasiones anteriores, o los gestos.
En este aspecto poco tenemos que recriminarle a Oxygen OS, que sigue siendo una de las más elegantes, y que es capaz de combinar el diseño de los Pixel con la versatilidad de las interfaces chinas como Color OS, MIUI o EMUI entre otras.
Pese a eso, seguimos teniendo algunas faltas, como el que no hay una pantalla ambiente propiamente dicha. Sí, podemos hacer que las notificaciones se muestren en la pantalla incluso cuando esté apagada, pero al poco se irán, y tendremos que levantar el móvil para saber si hay algo.
Y ese es otro problema, no hay una opción par levantar el móvil y que se active el desbloqueo facial.
Entre las novedades de este apartado tenemos todo lo referente a la nueva pantalla, como el HDR Boost o el MEMC, que llevan el aspecto visual a otro nivel. No obstante, hemos hablado de ello en la sección de la pantalla.
El OnePlus 8 Pro es muy bueno, pero también muy caro
OnePlus ha querido subir el nivel de sus terminales para pelear contra los mejores. En esta ocasión ya no hay una limitación en el precio, y alguna variante de este modelo cuesta más de 1000 euros.
Nos ha gustado bastante el OnePlus 8 Pro y en aspectos como la pantalla o la potencia podemos decir que está entre los mejores. Incluso que es el mejor, aunque esto es difícil de afirmar de manera objetiva.
Además, se han corregido pasados fallos de la marca, como la carencia de certificación IP 68 o la ausencia de la carga inalámbrica; y se mantienen detalles como Oxygen OS o los altavoces estéreo.
Pese a eso, hay margen de mejora en aspectos como el diseño (no por malo, sino por poco distintivo) y en el fotográfico, donde aún está a cierta distancia de firmas como Huawei o Apple. Para mi, esto último es lo que más dudas me genera.
El análisis del OnePlus 8 Pro me ha recordado al del Xiaomi Mi 10. Se entiende cómo la firma ha mejorado sus móviles, se comprende la subida de precio, pero no tenemos claro que ambas cosas se expliquen entre sí a ojos de sus clientes.